Así está la situación: hay pocos
puestos de trabajo y muchos solicitantes, por lo que la rivalidad es una
máxima.
Es el momento de analizar qué
buscan las empresas. Qué es más importante ¿aptitud o actitud? Definitivamente
las empresas valoran más la actitud, por una sencilla razón, las aptitudes se
pueden modificar pero las actitudes no. Un empleado ideal es aquel que tiene
conocimientos más que suficientes del trabajo que va a realizar, pero que
además es predispuesto y tiene capacidad de trabajo en grupo, entre otras.
Cuando la situación es tan
difícil, y el trabajo escasea, sucede el “infraempleo”, aquel puesto de trabajo
que realiza una persona excesivamente cualificada para el mismo. Esto es un
problema, puesto que le puede provocar problemas al empleado como: falta de
autoestima, al realizar un trabajo que no va acorde con su formación; al darle
relativa tranquilidad económica, puede suceder que no intente buscar su puesto
soñado y conformarse la relativa estabilidad, y digo relativa, porque generalmente
este perfil de trabajador, debería ganar más.
Nosotros, los publicistas (o casi
publicistas) debemos saber vendernos mejor que nadie, si somos capaces de hacer
vender productos ajemos, deberíamos saber vendernos a nosotros mejor aún.
Para ello debemos empezar con
buen pie, lo primero: nuestro currículum. Es nuestra carta de presentación, en
ocasiones le damos una importancia ínfima al formato en el que se presenta,
pero lo cierto es que no sólo el contenido importa.
Para ayudarnos en este camino que
ahora empezamos os recomiendo que visitéis el portal de YouTube de Lee HechtHarrison se trata de una empresa que ayuda al Desarrollo Global del Talento,
conectando personas con empleos y ayudando a las personas a mejorar su
rendimiento.
Aquí os dejo un vídeo en el que
se trata la importancia de los logros en la búsqueda de empleo, ojalá sirva para animarnos y aprender algo más para nuestro futuro.
O
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